jueves, 3 de marzo de 2016


LA VENGANZA DE LA GEOGRAFÍA, ROBERT. D. KAPLAN

Cuando pensábamos que el debate sobre el determinismo geográfico había quedado atrás, aparece la obra de Robert Kaplan, periodista, analista político, escritor y viajero estadounidense, para situarnos desde una nueva perspectiva extraordinariamente interesante, la posible relación existente entre la geografía y su incidencia en la historia de los pueblos.

Su obra “La venganza de la geografía: como los mapas condicionan el destino de las naciones” se ha convertido en un objeto necesario de lectura para conocer la actualización conceptual de un tema de amplia discusión en la geografía y que nos aproxima nuevamente al determinismos geográfico en una versión moderna


“Aquellos que olvidan la geografía nunca pueden derrotarla” Ese es el mantra del nuevo libro de Robert D. Kaplan que Jorge Pisa de  Culturalia http://blogculturalia.net/ nos presenta en una corta e interesante crítica que nos adelanta a esta obra de obligatoria lectura para todo geógrafo.


    Por Jorge Pisa

CRÍTICA: LA VENGANZA DE LA GEOGRAFÍA, ROBERT. D. KAPLAN, RBA

Ya cuando un servidor estudiaba historia, uno de los debates siempre latente en las aulas era el de establecer cuál era la íntima relación existente entre la geografía y la historia de las sociedades que se forman y actúan sobre ella, un debate que se podía plasmar en períodos concretos como el de la historia de la Grecia clásica, la creación y caída del Imperio romano, la feudalización de Europa en la Edad Media e incluso en el origen y desarrollo de la industrialización y la creación del mundo moderno. Esta era una polémica en la que participaban aquellos que sostenían el determinismo de la geografía y los que defendían el protagonismo del genio humano en su historia.

En esa misma línea de debate  presentó en septiembre del año pasado La venganza de la geografía, una obra que analiza el mundo actual a partir de los recovecos y los ardides de la geografía planetaria, y nos provee de las claves de interpretación para entender la geopolítica y las estrategias de la economía mundial globalizada. Para ello el libro se divide en dos grandes apartados. 

En el primero Kaplan analiza el desarrollo de un debate histórico ya antiguo examinando las obras y las teorías de insignes historiadores e intelectuales                                                                                                                                    
que trataron sobre la materia, como Morgenthau, Spykman, McNeill, Hodgson, Ratzel, Haushofer o Strausz-Hupé, para proveer al lector de los vectores interpretativos necesarios para proseguir en la lectura del resto del libro. En el segundo apartado, posiblemente el más revelador del ensayo, Kaplan analiza las regiones del mundo que más relevancia poseen en el ámbito político y demográfico global, esto es, Europa, Rusia, EE.UU., China, India, Irán y Oriente Medio, un análisis que no solo engloba la actualidad sino la historia de estas regiones.                                                                                                                                                                        

Es en este segundo apartado dónde Kaplan aplica los vectores de interpretación expuestos y analizados en los primeros capítulos del libro y nos descubre cómo las regiones y los estados actuales poseen unas líneas de de actuación históricas que en muchas ocasiones obedecen a las desmedidas fuerzas de la geografía.

Es sorprendente ver como la historia de Rusia, como la de cualquier otro país, se explica en parte por su realidad geográfica, y aquí es interesante tener en cuenta los recientes acontecimientos que han llevado a la “rusificación” de los territorios de la península de Crimea y del este de Ucrania, analizando las apreciaciones que Kaplan realiza sobre las líneas “naturales” de expansión rusas o examinar la estabilidad estatal de la que ha  disfrutado China a lo largo de su historia milenaria y observar sus actuales rutas de expansión económica en Asia, que le llevan a convertirse en el mayor rival de Occidente a nivel planetario, e incluso la relación que mantienen los Estados Unidos y México a nivel demográfico y de inmigración, que recientemente ha vuelto a copar los medios              informativos debido a la voluntad de Obama de regular la situación de 

millones de inmigrantes mexicanos en EE.UU. Una realidad inmigratoria que pone cada vez más en tela de juicio la política exterior de EE.UU. que la aleja cada vez más de sus problemas domésticos.

  Robert. D. Kaplan
Sin embargo, a pesar de las más que interesantes apreciaciones que realiza Kaplan, la obra también posee alguna tacha, como es el hecho de que el repaso histórico de cada una de las regiones globales estudiadas en el libro sea demasiado somero, lo que no permite al lector interesado confirmar los datos y las afirmaciones de las que se le provee. Aunque sin duda, el elemento más gravoso del ensayo es su concepción desde un punto de vista estadounidense, hecho que permite al autor valorar los éxitos y los fracasos de otros estados y regiones desde un ángulo sobradamente “yanqui”, lo cual puede llegar a socavar el valor de muchas de sus conclusiones.

La falta de una consolidada perspectiva histórica se muestra, asimismo en  el caso del análisis de la actual realidad imperialista norteamericano.           

 En ella Kaplan analiza las semejanzas entre la política de los EE.UU. en el ámbito internacional y la del Imperio romano utilizando las teorías de estrategia imperial establecidas por Edward N. Luttwak en The Grand Strategy of the Roman Empire: From the First Century A.D. to the Third, publicada en el año 1976 y criticada y/o superada tras 38 años de debate en el ámbito de la historia romana. Un ejemplo este que nos muestra la debilidad de la base de algunos de los argumentos históricos que nos proporciona el autor.

Si bien, más que la ascendencia de la geografía sobre la historia, al autor y al lector lo que le interesa es analizar la influencia de la geografía en la política estratégica mundial actual, en la que sí que Kaplan pone hilo en la aguja y nos desmenuza la realidad globalizada con instrumentos de análisis geográficos, un hecho que sin duda proveerá al lector de una visión más afinada de la realidad política y geoestratégica que embarga al mundo actual.