Les presentamos hoy, un artículo aparecido en la revista "El Faro" que publica la Autoridad del Canal de Panamá donde muestran las actividades que desarrolla el geógrafo profesional Arismendis Montoya funcionario del Programa de Ampliación del Canal de Panamá.
El colega y amigo Montoya, labora en la ACP hace mas de 10 anos, desempeñando funciones ligadas al uso de la Teledetección y la aplicación de los Sistemas de Información Geográfica en aspectos ambientales siendo uno de los referentes nacionales en el uso de estas tecnologías. Hoy, participa como geógrafo en diversas actividades ligadas al programa para la ampliación de la ruta canalera.
saludos. REM
Al rescate de los “tesoros históricos”
de la ampliación
Por Jovanka Guardia (Autoridad del Canal de Panamá)
El trabajo que llevan a cabo
especialistas ambientales del Programa
de Ampliación empieza en la oficina. Se trata de escudriñar aquí y allá, entre
planos, mapas y fotos que ayuden a contar la historia. A ellos los mueve un
profundo deseo por conocer más del Canal y de la gente que participó en su
construcción.
Arizmendis Montoya pertenece a
ese grupo. Cuando se dispone a ubicar un sitio de valor histórico dentro de las
áreas de ampliación, se olvida del tiempo. Geógrafo de profesión y
coleccionista de estampillas canaleras por afición, Montoya es observador,
meticuloso, exigente. No se conforma con aquello que salta a la vista, va más
allá. En los mapas, fotos y planos centenarios que reposan en los archivos de
la Autoridad del Canal (ACP), Montoya ha identificado los datos que le permiten
salir en busca de presencia humana.
Cementerios, poblados, edificaciones y también maquinaria antigua forman parte
de los hallazgos.
Es un trabajo de destreza y empeño con el fin primordial de preservar para la historia estas estructuras
de la época de construcción del Canal original.
“indiana Jones”
¿Por qué lo hace? Tal vez, la respuesta obvia sería, porque es
parte de su quehacer diario en el Canal. Sin embargo, Montoya se rige más por
su espíritu emprendedor que por su descripción de funciones.
Tecnologías de información
espacial, así se llaman las herramientas que le conceden al joven Montoya el
boleto para un viaje en el tiempo, con destino a tierras inhóspitas pobladas
hace unos 100 años. Se embarca con una mochila cargada de entusiasmo y mucha
pericia, lleva también un dispositivo de posicionamiento global o GPS (Global
Positioning System, por sus siglas en inglés), un machete y repelente de
mosquitos. Y claro está, su mapa histórico y el actual.
Montoya ha encontrado la mejor forma para describir toda
esta travesía. “Es como Indiana Jones en busca de tesoros históricos”, dice con
una amplia sonrisa.
En su aventura, Montoya no está
solo. El especialista ambiental Franklin
Guardia, que al igual que él, llegó al Canal hace más de 10 años, comparte su
pasión por encontrar los restos de pueblos o estructuras que rememoren esa
época de la historia panameña. “Franklin es el que busca en todos esos mapas y
referencias históricas”, reconoce Montoya, y aprovecha para darle crédito
diciendo que “sin él, no es posible”.
Franklin Guardia (derecha) y Arismendis Montoya |
De hecho, es Guardia, cuya especialidad es la biología,
quien va señalando el camino a seguir en las investigaciones, mientras Montoya se sumerge
utilizando las maravillosas herramientas tecnológicas.
Guardia es arriesgado, un hombre
de contextura delgada, pero de fortaleza
incalculable que sabe abrirse paso entre la maleza como muy pocos. Cuando a
Montoya y a Guardia se les ve juntos descifrando en la computadora los datos
históricos recabados, queda claro que lo que prosigue es “una incursión”.
Eso ocurrió una mañana cuando
partimos rumbo al punto que alguna vez albergó el poblado de Las Cascadas. A orillas
del Corte Culebra existe una carretera no muy ancha de uso interno del Canal.
Por allí y luego de un par de desvíos, se llega a un área cubierta de
herbazales. Nada diferente, pensamos, a otras tantas que le anteceden. Sin
embargo, para Montoya y Guardia fue fácil interpretar, GPS en mano, que ese era
el sitio. “Aquí es”, dijeron. Minutos más tarde estábamos dentro de esos
herbazales que no habían sido pisados en muchísimos años.
Quedaron en evidencia las fundaciones de los edificios del poblado
Las Cascadas, sus paredes, veredas, tuberías y caminos. Las Cascadas fue uno de los
pueblos construidos por los franceses por 1880, en las márgenes del Corte
Culebra, donde se concentró la actividad de su esfuerzo por echar a andar una ruta interoceánica. Estos
poblados, según registros históricos, ofrecían casi todo lo que una ciudad permanente:
tiendas, mercados, iglesias, clubes, oficina de correos, estación de bomberos,
cuartel de policía, hospitales, clínicas y escuelas.
“Es muy emotivo encontrar la
evidencia fía física de que estos poblados existieron, sobre todo porque esos lugares
pasan inadvertidos ante el trabajo del día a día de los operarios canaleros”,
explica Montoya regocijado por el hallazgo.
Montoya (Monty), desde sus labores en la unidad de Sensores Remotos de la ACP, fue formador de futuros geógafos profesionales que en la década pasada, encontraron en esa unidad un nicho de crecimiento y formación donde desarrollar sus practicas profesionales.
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